miércoles, 6 de febrero de 2008

MICROENSAYO: ABURRIMIENTO

ELOGIO DEL ABURRIMIENTO
(Por JOSÉ MANUEL CASTRO CAVERO. Publicado en el Canarias7 el domingo 18 de agosto de 1996)

Quien soporta el aburrimiento que no tema, su estado anímico disfruta del equilibrio; hasta puede considerarse tocado por la felicidad. Obligados como estamos a desprender eficacia por todos nuestros poros, a huir de la pasividad como el mayor de los peligros, la acción de reivindicar el aburrimiento como capacidad de autodominio puede parecer una osadía; a mí me parece oportuno proponerlo como terapia.

Estar aburridos no es ninguna enfermedad, ni siquiera un síntoma. Todo lo contrario. Cuando no se sabe qué hacer se está más dispuesto que nunca a elevarse en el escalón de la inteligencia humana, la contemplación. Que yo sepa, de lo que yo observo, concluyo que nada es ajeno al aburrimiento, y oponerse es una loca carrera que lleva a ninguna parte.

Huimos del aburrimiento como de la peste y en contrapartida pagamos lo que nos pidan a condición de que nos diviertan. Esa es la paradoja, el buscar una diversión mercantilizada. Al final nos dejan insatisfechos y atrapados, sin otro remedio que volver a repetir los mismos pasos una vez que hemos condenado el estar aburridos. ¿Tendrá algo que ver el miedo al aburrimiento con el consumo de algunos tipos de drogas asociados a la diversión?. Será cuestión de pensarlo con mucho tiento.

En el ámbito donde más he oído la palabra aburrimiento es en el escolar. En boca del alumnado, desde la enseñanza básica a la universitaria, existen profesores que son unos “masques” y materias que participan de la misma reputación plomiza. Dándome cuenta de lo que podía caérseme encima, he dado con una respuesta rápida, para darla a conocer en el inicio de cada curso, en la primera línea de cada artículo, al comenzar una conferencia, nada más abrir la boca: "No soy empleado de un circo". A veces, pero no por ello menos sorprendente, se acusa a una persona del círculo de amigos o conocidos de ser aburrido. Vamos, que la amistad para algunos lleva la condición de diversión pagada, con miembros que cuenten chistes estupendos, inviten con relativa frecuencia, siempre tengan buen humor y no den problemas.

Vistas estas dos situaciones del aburrimiento a quien le caiga el sambenito de propagarlo con su sola presencia, está desprestigiado para asistir a saraos, para ser solicitado como consejero o asesor, para tener amigos y para caer bien en la hora del café con los compañeros de trabajo.¡Vaya desgracia la de no ser simpático!.

Me llama la atención esta búsqueda febril de diversión a toda costa, desde los pupitres a los círculos de amistad, pero aún más la carencia de bufones en nuestra sociedad. Me parece a mí que no sabemos conjugar con facilidad la seriedad con la broma. Otro síntoma que lo revela es que puedes encontrarte con la chabacanería, con la falta de refinamiento en personas de las que no esperas el mal gusto.

Si aburrido es lo que nos cuesta, bendito aburrimiento, porque, de mí no sería nada si no hubiera aprendido tanto en sus horas, si no me hubiera costado tanto lo que ahora me enriquece. Escuché no hace mucho que los ejercicios en la barra son aburridos para los bailarines, toda una disciplina diaria, pero que gracias a esa rutina pueden volar en los escenarios con total soltura y creatividad. Me doy cuenta que si hubiera leído solamente lo que pasaba por las “horcas caudinas” de mi agrado no hubiera aprendido gran cosa, sino lo que ya sabía. Una manera fácil de equivocarme, porque para romper amarras en el mundo del pensamiento es necesariamente obligado adentrarse en las ideas difíciles, gracias a quien nos las sirve, que son como mares desconocidos, nunca sabes a dónde te han de llevar pero cuentas con la seguridad de que llegarás a un lugar interesante.

Me apasiona romper el horizonte, aun a costa de estar aburrido. El aburrimiento, en mi opinión, ni me niega la inteligencia, ni me anula los sentimientos, ni me encierra en la incomunicación. ¿Puedo pedirle más? ¿No soñamos alguna vez con perdernos en una isla solitaria?¿No estaremos huyendo de nosotros mismos?. San Borondón, San Borondón, isla, horizonte, sueños, hija del aburrimiento que se esfuma al despertar.

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